Culture et art collectifs
un Ardor ataca desde el centro de mis tripas
no es el fuego que a veces cruza mi garganta
de eso estoy seguro
este tiene aristas y vértices y nace de lo concreto
expande lo que toca formando una red
que arrastra y contamina todo a su alrededor
es una llamada animal o un grito primigenio
que levantó a antepasados tan antiguos
que ni siquiera eran de nuestra especie
y que ahora tiende la trampa en la que caigo
y caigo y caigo como es natural
es un corte y es un rayo de pulsión
un salto al vacío sin fe y sin dios
un incendio de vergüenza y negación
un océano de veneno y de rencor
atraviesa pero no derrite
o derrite pero no derrama
o derrama pero no mancha
es el gatillo que causa la consecuencia
el fin que justifica un medio ya olvidado
porque cuando la idea llega a mi boca
mi boca ya ha mordido
y cuando mi boca llega a la palabra
la palabra ya ha arañado
y cuando la palabra llega a su oído
su cuerpo entero ya está sudando
y mata y entierra en mi nombre
pero guarda para mí la condena
el Ardor tiene vida propia y es más fuerte que la mía
es el juicio y el verdugo y la prisión
es granito y es mercurio y es el Sol
es pregunta y es gemido y es temblor
es derrota y somos tú y tú eres yo
Imagen original de:
Escrito por
Fran Torres Marfil
Cuando naces bajo el agosto sevillano, sabes que el fuego va a guiar tu vida. Quince años después, en el instituto, quedé segundo en un concurso de poesía al que solo me presenté yo, pero no pillé la indirecta y seguí escribiendo. Ahora, en mi blog A pesar de marzo comparto mis poemas y relatos; el resto del tiempo soy músico y miope.