Culture et art collectifs
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No recuerdo cuándo vi por primera vez a Eric en la entrada de la librería.
Quizás el día en que advertí su presencia fue posterior al de su primera visita; en
cualquier caso, desde entonces no he dejado de verlo ni una sola mañana.
A las diez menos cinco, entre las ocupaciones de la tienda, siempre compruebo el reloj
y pienso: “pronto debe venir Eric”.
Cuando vuelvo a mirar, ahí está: con su indumentaria deportiva, atípica para una
persona mayor pero perfecta para permanecer cómodo de pie, y su sereno perro
mastín.
A los pocos días de descubrirlo y contemplarlo desde las sombras de la librería adiviné
fácilmente su rutina:
se acercaba tranquilamente a los estantes de la izquierda,
ojeaba dos o tres títulos al azar
y, con mucha discreción,
abría L’oeuvre de Émile Zola por la página donde lo dejó la víspera.
(Recordaba la página de memoria: comprobé que no dejaba marcas de ningún tipo.)
Entonces leía durante veinte minutos, con un aire casual que no lograba disimular su
profunda inmersión en la historia;
después, lo dejaba en su lugar y entraba a comprarme el periódico.
Ayer decidí regalarle la novela de Zola. Me inquietaba que a su edad pasara tanto
tiempo inmóvil de pie y a cargo de un perro tan grande que, aunque muy manso, podría
hacerle caer con cualquier reacción extraña.
Sonriendo, salí de la tienda con otra copia de L’oeuvre en la mano y se la tendí
rogando la aceptara. Me miró un poco perplejo pero finalmente, sonriendo también,
aceptó el regalo e inclinó la cabeza en agradecimiento.
Hoy, para mi sorpresa, ha aparecido con su mastín a la hora de siempre, ha abierto otro
libro por la primera página y ha empezado a leer.
Escrito por
Guadalupe Martín Pino
Nacida en Granada en el año 2000, siempre tuve muy clara mi futura profesión, pero variando la respuesta a lo largo de mi infancia: entrenadora de delfines, escritora, entomóloga y finalmente guitarrista. A veces, tras una jornada de trabajo sobre una sonata de Bach o un preludio de Francisco Tárrega, dedico un pequeño tiempo a inventar historias.